Homilía: Ateneos a las palabras de Jesucristo y no a la de los falsos profetas

V Domingo de Adviento
(1 Cor 4: 1-5)
«Ateneos a las palabras de Jesucristo y no a la de los falsos profetas»
Es un texto muy importante dada la gravedad de la situación actual.
1.- Hay peligro de envenenamiento para las ovejas, pues se encuentra mucho pasto envenenado. El pueblo fiel está tan acostumbrado a oír barbaridades que es fácil dejarse llevar por la corriente. «Muchos inútilmente me dan culto, mientras enseñan doctrinas que son puros preceptos humanos» (Mc 7:7).
Atengámonos a la Sagrada Escritura y a la Tradición, enseñadas por el Magisterio de siempre. Las palabras del pastor son válidas si son eco de las palabras de Cristo. Hay muchas palabras que aparentemente vas revestidas de espíritu cristiano, pero en el fondo están envenenadas (Gal 2: 4-5).
Hay expresiones muy peligrosas que no se deberían decir, como por ejemplo: «Quizá con vistas a la humildad nos convenga resbalar y caer en el pecado para encontrar mejor a Cristo». Esto es un grave error, pues el pecado es el origen de todos los males. Además, «todo el que comete pecado se hace esclavo del pecado» (Jn 8:34).
Sólo las palabras de Cristo conducen a la verdad. La verdadera libertad la conseguiremos si seguimos a Cristo.

2.- El ministro es administrador de los misterios de Dios, no es el dueño. Él no puede cambiar nada.

3.- Las ovejas también necesitan que se les hable del misterio del pecado. El pecado no es una broma. Es el supremo mal. Es lo único que nos puede apartar de Dios. ¿Acaso no sabéis que los injustos, fornicarios, idólatras, sodomitas… no heredarán el reino de los cielos». El peor y más grave efecto del pecado fue la muerte de Cristo en la cruz. Hoy no se le da importancia al arrepentimiento y a la penitencia. En cambio era el mensaje central de Cristo y del Bautista

Os digo todo ésto con todo el dolor y el cariño de mi corazón. ¡Hay tanta hierba ponzoñosa». La única alegría verdadera para el hombre es Cristo. Sin amor no se puede vivir.
Tened confianza, pues vendrá Cristo y descubrirá el secreto de los corazones. «Si me persiguieron a mi, también os perseguirán a vosotros». «Pero tened confianza porque yo he vencido al mundo»

Padre Alfonso Gálvez
Padre Alfonso Gálvezhttp://www.alfonsogalvez.com
Nació en Totana-Murcia (España). Se ordenó de sacerdote en Murcia en 1956, simultaneando sus estudios con los de Derecho en la Universidad de Murcia, consiguiendo la Licenciatura ese mismo año. Entre otros destinos estuvo en Cuenca (Ecuador), Barquisimeto (Venezuela) y Murcia. Fundador de la Sociedad de Jesucristo Sacerdote, aprobada en 1980, que cuenta con miembros trabajando en España, Ecuador y Estados Unidos. En 1992 fundó el colegio Shoreless Lake School para la formación de los miembros de la propia Sociedad. Desde 1982 residió en El Pedregal (Mazarrón-Murcia). Falleció en Murcia el 6 de Julio de 2022. A lo largo de su vida alternó las labores pastorales con un importante trabajo redaccional. La Fiesta del Hombre y la Fiesta de Dios (1983), Comentarios al Cantar de los Cantares (dos volúmenes: 1994 y 2000), El Amigo Inoportuno (1995), La Oración (2002), Meditaciones de Atardecer (2005), Esperando a Don Quijote (2007), Homilías (2008), Siete Cartas a Siete Obispos (2009), El Invierno Eclesial (2011), El Misterio de la Oración (2014), Sermones para un Mundo en Ocaso (2016), Cantos del Final del Camino (2016), Mística y Poesía (2018). Todos ellos se pueden adquirir en www.alfonsogalvez.com, en donde también se puede encontrar un buen número de charlas espirituales.

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